Las “Madres de Barrios Fumigados de Pergamino” fueron agredidas en un acto de Cambiemos

Se acercaron con sus carteles con la intención de ser escuchadas, pero lo que recibieron fueron agresiones de todo tipo. Un lucha solitaria pero valiente, una resistencia que busca masificarse, una problemática que nos involucra a todos. “Nos sentimos ultrajadas, nos duele mucho sentir tanto desprecio por la vida de nuestros hijos”, le dijo a Conclusión Sabrina Ortíz.

Lo vivido el martes 15 de octubre en la ciudad de Pergamino, fue decididamente una demostración feroz del grado de arbitrariedad con la que se manifiesta el poder político, cuando lo que se interpela es el poder económico y su manera inescrupulosa de desenvolverse.

El presidente de la Nación Mauricio Macri llegaría junto a María Eugenia Vidal para encabezar un acto con claro anclaje en las elecciones del 27 de octubre que se avecina. Javier Martínez, actual intendente de Pergamino, haría las veces de anfitrión en lo que se presentó como un acto democrático pero que no permitió voces disidentes ni reclamos legítimos como los de las “Madres de Barrios Fumigados”.

Un reclamo, carteles alusivos, agresiones e indiferencia

La presencia de referentes políticos locales, provinciales y nacionales, representaba una oportunidad única para aquellas que solo pueden llegar a los mismos a través de este tipo de actividades proselitistas. Así fue como estas madres empujadas por el dolor y la imperiosa necesidad de hacerse oír, se acercaron a las inmediaciones de lo que iba a ser un acto para nada amigable y empático.

“Nos acercamos hasta el lugar persiguiendo por supuesto, ser escuchadas o vistas por nuestro presidente y la gobernadora provincial, ya que como es de público conocimiento para nuestro intendente municipal no existimos”, sostuvo Sabrina Ortíz, una mamá que no baja los brazos en dialogo con Conclusión.

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Lo que no imaginarían estas resilientes mujeres, es que se encontrarían con el peor de los escenarios. “Llegamos esperanzadas y pacíficamente hasta el lugar, una de nuestras compañeras, mamá de 3 hijos con problemas severos de salud, fue quién más insistió en participar con la ilusión de ser atendida en su dolor, lamentablemente no fue así. Apenas descendió del auto la gobernadora, extendimos nuestro cartel esperando algo positivo de ella, como mujer que es y madre, creímos que nos iba a saludar o preguntar qué estaba sucediendo, pero por el contrario, nos dijo “bajen el cartel”, enfatizó.

Pero esto solo sería la antesala de una serie de sucesos tan repudiables como incalificables, “seguimos caminando detrás de ella acompañando su marcha pero alejadas, de pronto empezamos a recibir golpes e insultos por parte de la seguridad de la misma gobernadora. Es preciso destacar que muchas de las mamás estaban con su hijos, ya que fueron a otra cosa, pero solo recibieron violencia física y verbal”.