Nota de Opinión
Por Natalia Sánchez Juaregui
Referente Política de la UATRE, asesora del Ministerio de Gobierno de PBA.
*El Papel Fundamental de las Mujeres Rurales en Argentina**
En el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales, es fundamental resaltar el papel crucial que desempeñan estas mujeres en la agricultura y en la seguridad alimentaria de nuestro país. A nivel mundial, una de cada tres mujeres empleadas trabaja en el sector agrícola, donde su labor es vital no solo para alimentar a sus familias, sino también a comunidades enteras. Sin embargo, en Argentina, muchas de estas mujeres no están registradas y suelen describir su trabajo como un apoyo al esfuerzo de los hombres. Según, el relevamiento de la UATRE en las fiscalizaciones para detectar trabajo informal, la contribución de las mujeres es significativamente mayor de lo que se reconoce oficialmente.
Las mujeres rurales enfrentan serias desventajas que limitan su potencial. Según un informe de la ONU, tienen menos acceso a recursos esenciales, desde derechos sobre la tierra y créditos hasta educación y tecnología. Si gozaran del mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, el rendimiento agrícola podría aumentar entre un 20 y un 30 por ciento, alimentando así a entre 100 y 150 millones de personas más. Además, las altas temperaturas impactan desproporcionadamente su producción: por cada día de calor extremo, el valor de los cultivos de las agricultoras disminuye un 3% más que el de sus contrapartes masculinos.
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales, que representan una cuarta parte de la población mundial, es un imperativo moral y un componente esencial en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y el cambio climático. Estas mujeres no solo aseguran la mitad del sustento alimenticio del planeta, sino que también son guardianas del medio ambiente y la biodiversidad. A través de prácticas sostenibles, como el uso de semillas resistentes a la sequía y la implementación de iniciativas de reforestación, han demostrado su capacidad para adaptarse a los desafíos del clima.
Su conocimiento y habilidades las colocan en una posición privilegiada para liderar estrategias de resiliencia en sus comunidades. La participación activa de las mujeres rurales es fundamental para identificar riesgos y proteger a sus familias, convirtiéndolas en verdaderas agentes de cambio en la lucha contra el calentamiento global.
Este Día Internacional de las Mujeres Rurales se desarrolla bajo el lema: "Mujeres rurales como sostenedoras de la naturaleza para nuestro futuro colectivo: construir resiliencia climática, conservar la biodiversidad y cuidar la tierra para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas".
Es momento de promover su labor como proveedoras de alimentos y protectoras del medio ambiente. Debemos reivindicar su participación en la toma de decisiones dentro de sus comunidades y trabajar para crear zonas rurales donde cuenten con las mismas oportunidades que los hombres. Solo así podremos construir un futuro más justo y sostenible para todas y todos.
En el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales, es fundamental resaltar el papel crucial que desempeñan estas mujeres en la agricultura y en la seguridad alimentaria de nuestro país. A nivel mundial, una de cada tres mujeres empleadas trabaja en el sector agrícola, donde su labor es vital no solo para alimentar a sus familias, sino también a comunidades enteras. Sin embargo, en Argentina, muchas de estas mujeres no están registradas y suelen describir su trabajo como un apoyo al esfuerzo de los hombres. Según, el relevamiento de la UATRE en las fiscalizaciones para detectar trabajo informal, la contribución de las mujeres es significativamente mayor de lo que se reconoce oficialmente.
Las mujeres rurales enfrentan serias desventajas que limitan su potencial. Según un informe de la ONU, tienen menos acceso a recursos esenciales, desde derechos sobre la tierra y créditos hasta educación y tecnología. Si gozaran del mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, el rendimiento agrícola podría aumentar entre un 20 y un 30 por ciento, alimentando así a entre 100 y 150 millones de personas más. Además, las altas temperaturas impactan desproporcionadamente su producción: por cada día de calor extremo, el valor de los cultivos de las agricultoras disminuye un 3% más que el de sus contrapartes masculinos.
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales, que representan una cuarta parte de la población mundial, es un imperativo moral y un componente esencial en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y el cambio climático. Estas mujeres no solo aseguran la mitad del sustento alimenticio del planeta, sino que también son guardianas del medio ambiente y la biodiversidad. A través de prácticas sostenibles, como el uso de semillas resistentes a la sequía y la implementación de iniciativas de reforestación, han demostrado su capacidad para adaptarse a los desafíos del clima.
Su conocimiento y habilidades las colocan en una posición privilegiada para liderar estrategias de resiliencia en sus comunidades. La participación activa de las mujeres rurales es fundamental para identificar riesgos y proteger a sus familias, convirtiéndolas en verdaderas agentes de cambio en la lucha contra el calentamiento global.
Este Día Internacional de las Mujeres Rurales se desarrolla bajo el lema: "Mujeres rurales como sostenedoras de la naturaleza para nuestro futuro colectivo: construir resiliencia climática, conservar la biodiversidad y cuidar la tierra para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas".
Es momento de promover su labor como proveedoras de alimentos y protectoras del medio ambiente. Debemos reivindicar su participación en la toma de decisiones dentro de sus comunidades y trabajar para crear zonas rurales donde cuenten con las mismas oportunidades que los hombres. Solo así podremos construir un futuro más justo y sostenible para todas y todos.