Con más de 25 millones de habitantes, Shanghai, la capital financiera y logística del Gigante Asiático, se encuentra aislada desde el 5 de abril.
Un embotellamiento logístico sin precedentes ha causado atascos y retrasos en el puerto de Shanghái, uno de los puertos más importantes del mundo en cuanto al tráfico de contenedores y transporte marítimo, en donde los buques no pueden cargar ni descargar, lo que amenaza la cadena de suministro en el resto del mundo.
La situación se debe al endurecimiento de las medidas sanitarias y de confinamiento debido al incremento de Covid en China, particularmente en esta ciudad, lo que ha provocado que no haya mano de obra para vaciar o llenar los barcos, llevar las mercancías hasta el muelle desde otras localidades. Se informó que las terminales del puerto de Shanghái están sufriendo este atasco, especialmente en cargueros con mercancías peligrosas o refrigeradas.
El repunte de los casos de Covid 19 en China y la congestión en sus puertos provocará un efecto dominó en las cadenas de suministro de todo el mundo.
Las medidas no afectan únicamente el transporte, sino también la producción, ya que el confinamiento implica falta de mano de obra en las fábricas o para llevar las mercancías a los puertos chinos. Todo ello se traduce en menor disponibilidad de productos en los próximos meses.
Algunas empresas grandes, por ejemplo, piden a sus empleados que vayan a las fábricas a trabajar y, para mantener las burbujas, se queden allí a dormir.
A través de imágenes satelitales se podían observar más de 470 buques esperando en alta mar para ser cargados y descargados en el puerto de Shanghai. La situación es peor que en 2021.

La situación es compleja por varias situaciones. De un lado, el Puerto de Shanghai es importante para el comercio internacional en la medida en que es punto de distribución de bienes como prendas de vestir, materias primas manufactureras y materias primas energéticas, entre las que están los gases licuados del petróleo. Además el 46% de la producción china de semiconductores está en esa ciudad, así como equipamiento industrial esencial para sectores productivos alrededor del mundo.
Se estima que las consecuencias tardarán "seis semanas o más" en llegar a los mercados europeos y al resto del mundo. Actualmente muchos distribuidores están bien surtidos de stock, lo que amortiguará el efecto en los consumidores de momento. Sin embargo, si esta situación continúa se podría empezar a tener menos disponibilidad de productos en los próximos meses
Impacto a la inflación
La gran preocupación es que esa afectación al comercio mundial puede suponer una nueva presión a los precios. En un momento en el que la inflación mundial llega a máximos regionales no vistos en 30 o 40 años, la afectación del Puerto de Shanghai puede traducirse en escasez de algunos bienes y el eventual encarecimiento de los mismos.
Esto último sin dejar de lado el hecho de que la guerra entre Rusia y Ucrania sigue condicionando el comportamiento de varios de los precios para bienes y servicios de primera necesidad.
Un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) ejemplifica que “un shock combinado de 10 puntos porcentuales en los precios del petróleo y los alimentos elevaría la inflación en 1,1 puntos porcentuales en las principales economías de América Latina”.
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