Día de la Mujer: “Si no existiesen marchas sin corpiño no se visibilizarían estas cuestiones”

María Angélica Bernard, la segunda mujer en ocupar una banca en el HCD de Necochea, habló de la nueva concepción del género en la actualidad y de la historia de esta lucha.

 

De visita por Polirrubro, en el marco del Día Internacional de la Mujer, la doctora María Angélica Bernard, ex magistrada y la segunda legisladora en participar como miembro activa del Concejo Deliberante de Necochea, dejó algunas consideraciones de importancia sobre la nueva concepción del género en la actualidad.

Primero hablando del machismo reinante en aquella época en la que le tocó ser parte de la arena política local, contó que “estaba tan naturalizado que nosotras no comprendíamos que determinadas descalificaciones o cuestiones pasaban por ahí. Después gracias a todo el aporte delos movimientos de mujeres, las discusiones y los logros que se fueron dando, vos te vas dando cuenta que cada vez que te decían ‘loca’ o hacían reuniones y no te llamaban, tenía que ver con esto de que las mujeres tenían que estar en su casa lavando los platos”.

“Pero cuando una mujer tenía capacidad para interactuar al nivel de ellos (los varones) era tremendo, no lo podían manejar”, aseguró la jurista, para comenzar a hacer un poco de historia: “Nosotros veníamos de los ‘70, cuando el sujeto político era un sujeto revolucionario, no importaba si era mujer o no, porque la mujer a la par del hombre también hacía o construían la revolución. A principios de los ‘80, Cuando empiezan, otra vez, estas cuestiones fue un retroceso tremendo, sobre todo en espacios y campos en los que había avanzado la mujer, que había avanzado en la academia, que tenía títulos universitarios, que ya era profesional”.

“La violencia de género sistémica legitimaba perfectamente a que el hombre dijese en algún momento que podía resolver las cosas con un sopapo. En ese momento, incluso, si eras víctimas de violencia no lo podías denunciar; y esa sistematización es la generadora de la violencia intrafamiliar”, calificó.

En la actualidad, en cambio, “creo que muchas de esas cosas van cambiando, porque el lugar de la mujer va fortaleciéndose. Si una mujer se separa, hoy puede autoabastecerse”, aunque “quedan muchas familias constituidas en el otro modelo, porque estos son procesos de transformación que tardan décadas”.

En cuanto a la radicalización de las movilizaciones, el uso de lenguaje inclusivo y otras prácticas que hoy son moneda corriente e incomodan a ciertos sectores, Bernard aseguró que “si no existiesen las marchas sin corpiño tampoco visibilizás la cuestión. Hay que verla, tocarla, porque si no confrontás con la realidad no empezás a plantearte la cuestión”, dijo, aún opinando que “lo lastimoso es que tengamos que llegar a esos extremos para prestar atención a lo que es una reivindicación de derechos, pero no queda otra forma”.

Para terminar la nota, la ex jueza también habló del cupo obligatorio. “Creo mucho en la capacidad de la mujer, entonces el hecho de que haya que ponerla sí o sí está bueno por el lado de que si no fuera así la mujer siempre va a ser relegada, pero, desde el otro lado, mi sueño sigue siendo que esa desigualdad desaparezca y la mujer pueda trabajar desde su propia capacidad”, explicó.